Epopeya greco-caldense

Mi querido amigo Eduardo Patino Horta, de los Patino y de los Horta de quien sabe donde (de nuevo pido disculpas por las tildes), pero que dice ser de Maniyales, ha escrito bella cronica sobre la gesta monumental de su equipo del alma, blanco como las montanas que dan sombra y frio a la ciudad. Me premito trascribirla:


Anoche, el Once Caldas pasó a la final de la libertadores, tras vencer 2-1 al Sao Paulo, allá en el fortín de la 63 con paralela, en la simpre elegante ciudad de Manizales. Primero gol: centro perfecto de Valentierra (que no hizo un culo después en todo el partido), cabeza de Viáfara, y el Alcázar, delantero que nunca hace goles, le mete a labrava con la cabeza del pene). El empate de Sao Paulo fue un error culo, con un defensalesionado afuera de la cancha. Más tarde fue un tiro en el palo de Viáfara (sí,recuerda al guineo que te la metió por el culo en el Nemesio; con todo y el hijueputa frío que estaba haciendo en esta ciudad-nevera).Terminaba el primer tiempo y todo hincha con los nervios de punta. No vamos a perder.

Segundo tiempo. Velázquez sale diciendo que el gol fue un error, pero que no y que no y que salíamos a ganar. Pero el segundo tiempo fue lento y malo. Con varias oportunidades de Sao Paulo, nada del otro mundo, y unas cuantas de Once que casi. Terminando, Henao salva al equipo, de frente contra un defensor y luego se va a pelear el balón con él por fuera del área, y como nu puede quitárselo, lo barre por fuera del área. Pero el árbitro no pita falta. El juego sigue. Al costeño Erly (el madrugador) Alcázar, lo cambian por Agudelo (quien tiene el labio superior severamente caído como Laura Agudelo, y su padre William Agudelo- quién me llamó luego borracho a decirme que me iba a invitar a ver la
final a Manizales), y sacan al Soto (que hizo varias genialidades) por un chino costeño de 19 años que se hizo un gol el hp contra el Cali el domingo pasado. Pues bien, minuto 90. Sale el dicho chino consteño (Codazzi, cesar) y hace la misma del domingo, sacándose a 3 en una carrera y pasándosela al paisa Agudelo. Agudelo recibe, va con todas, contra arquero y dos defensas, pero, con una frialdad insólita, engancha cortico, cortico, dejando vencido al defensa y azarado al arquero quien se precipita a lanzarse mientras, en décimas de segundo, el cerebro de Agudelo todavía no ha emitido una orden definitiva a su pierna. Luego vino lo que generalmente se conoce bajo el rótulo de 'gol' o
'anotación'.